eMysteries Toolkit

El presente proyecto ha sido financiado con el apoyo de la Comisión Europea. Esta publicación es responsabilidad exclusiva de su autor. La Comisión no es responsable del uso que pueda hacerse de la información aquí difundida. [Project Number: 2019-1-DE03-KA201-060127] 32 2.2. Ejemplos de enseñanza prácticos Los siguientes ejemplos para la didáctica de las historias de misterio/detectives han sido divididos y presentados en los siguientes tipos: formato papel, digitales y ejemplos verbales-visuales. Ejemplos en formato papel Animar a los estudiantes a llevar a cabo lectura silenciosa, escribir anotaciones en diarios en combinación con experiencias de lectura continua y en voz alta de historias de detectives en libros (Winters, 1999). Seleccionar al menos 50 palabras diferentes de una historia y pedir a los estudiantes que descubran su significado trabajando en ejercicios específicos. Esta actividad ayudará a los estudiantes a escribir el significado de estas palabras y explorar el significado de aquellas palabras desconocidas (Winters, 1999). Repartir documentos que incluyan preguntas sobre la historia, el autor, los personajes, etc., así como pruebas para comprobar el conocimiento de los estudiantes con respecto al vocabulario (Winters, 1999). Escribir una historia de periódico sobre un caso tratado en una historia de detectives. Intercambiar estas historias entre ellos para editarlas y corregirlas (Pompano, 1995). En las clases de matemáticas, invitar a los estudiantes a realizar tareas que incorporen elementos de las historias de detectives que estén estudiando. Por ejemplo, pueden realizarse diagramas que muestren la disposición, la distancia (en una escala), o mapas impresos para mostrar dónde se encuentran los personajes de la historia (Pompano, 1995). Preparar actividades motivadoras que facilitarán las tareas que seguirán durante la enseñanza de las historias de detectives. Estas actividades pueden ser puestas en una “estantería del misterio” dentro de la clase, en un lugar visible para todos los estudiantes, en especial, para aquellos que tengan que trabajar en estas historias (Winters, 1999). Lecturas simples de capítulos permitirán a los estudiantes poner en práctica sus habilidades de lectura, las cuales pueden prepararles para afrontar lecturas más difíciles, y fortalecer sus “habilidades detectivescas”. Dependiendo del d ocente y del

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